Fundador de Teatros


Opera Studio de Buenos Aires

Fundada por Jacobo Kaufmann, y bajo su dirección, en 1971, esta compañía abrió sus puertas a los numerosos jóvenes valores de la lírica que habían surgido en la Argentina. Romiglio Giacompol, puso a disposición del nuevo elenco, sin cargo alguno, el prestigioso Teatro Coliseo , muy cercano al Teatro Colón de Buenos Aires. Ya en la producción de las óperas “La Medium” y “El Teléfono” de Gian-Carlo Menotti, participaron con éxito varios jóvenes cantantes, que más tarde tuvieron destacadas carreras internacionales, y eventualmente también fueron contratados por el Teatro Colón. El Maestro Gianni Rinaldi dirigió una orquesta de talentosos y entusiastas alumnos del Conservatorio Nacional. Dicho espectáculo pudo realizarse gracias al esfuerzo incondicional de todos los artistas, y sin subsidio oficial alguno. Las críticas fueron unánimente favorables. A continuación se anunciaron los programas venideros, y con ello toda una generación de artistas líricos argentinos comenzó a recibir la atención que merecía.

The Jerusalem Centre for Music Theatre – The Jerusalem Opera

En 1976, en una época en que las actividades líricas de Israel se limitaban a las de la Ópera Nacional en Tel Aviv, entonces de recursos muy escasos y calidad discutible, Jacobo Kaufmann fundó un elenco de jóvenes artistas líricos en Jerusalem, y estableció pautas y conceptos totalmente distintos a los existentes. Ya en el comienzo de sus actividades, la compañía presentó a un conjunto de cantantes que se destacaría muy pronto en el plano internacional. El Jerusalem Theatre le abrió sus puertas generosamente, y se contó con un modesto subsidio del Ministerio de Educación y Cultura. El director musical del primer espectáculo, al frente de la Orquesta de Cámara de Holón, fue el Maestro Shalom Ronly-Riklis. The Jerusalem Opera, que también se presentó en Tel Aviv y Haifa, produjo sucesivamente las óperas “Arlecchinata” de Salieri, “Ida y Vuelta” de Hindemith, “La Serva Padrona” de Pergolesi, y “L’Amico Fritz” de Mascagni, todas ellas muy bien recibidas por la prensa y el público.